jueves, 11 de junio de 2009

Mision de la universidad cooperativa de colombia


Misión




La Universidad Cooperativa de Colombia es una Institución de Educación Superior, de propiedad social, que por su origen y organización pertenece al sector de la Economía Solidaria.


sus propósitos fundamentales: LA FORMACIÓN de profesionales con criterios políticos, creativos y solidarios que contribuyan al desarrollo armónico de la sociedad; LA INVESTIGACIÓN, vinculada a la docencia, como aporte a la solución de problemas científicos y sociales; y LA EXTENSIÓN orientada al servicio público y al vínculo efectivo con el sector productivo.


formación en los campos de las ciencias, las técnicas, las tecnologías y las humanidades a nivel de pregrado, postgrado y educación no formal, en un ambiente activo y flexible de aprendizaje. Como comunidad universitaria valora la libertad, la solidaridad, la equidad y el respeto a la diversidad como fundamento de la construcción de una nueva sociedad.Es una Universidad de carácter nacional, descentralizada y abierta al mundo.

jueves, 28 de mayo de 2009




TERRORISMO NO ES IGUAL A REBELIÓN, MENOS CONSIDERARSE UN DELITO POLÍTICO





Mucho se a dicho del terrorismo, pero jamás se a concretado su definición, quizás por que no es algo fácil de definir por los actos que ello implica, que verdaderamente no tiene nombre, pero lo que si es observable es que no es una conducta nueva sino por el contrario viene desde miles de años atrás, desde la existencia de la misma humanidad, y las ambiciones y las problemáticas que hoy muy a mi pesar aun existen, como son los poderosos por mantener su poder y doblegar a los débiles, manteniéndolos en un estado de miseria, hambruna y necesidad, es decir, en un conflicto social y político.

El terrorismo se ha empleado como una forma de acabar o calmar a todos aquellos que están en contra de un pensamiento o un gobierno, los llamados opositores, especialmente en el campo político, pero muchos llevan todo a los extremos, abarcando a demás de un conflicto social o político, también aspectos religiosos o ideológicos, sin importar que en el proceso sacrifiquen personas inocentes, ajenas al enfrentamiento que solo existe en sus mentes.

Si bien se quiere a tacar a alguien, el mejor camino no es hacerlo directamente, sino indirectamente empleando estrategias de guerra, en las cuales ante los ojos de la sociedad y el mundo entero implican un duro golpe a la imagen del opositor, aunque ello signifique la perdida de vidas inocentes y la muerte en vida de miles de familias y victimas a manos de bombas, misiles, sustancias toxicas prohibidas y toda clase de armas de destrucción masiva, pero la barbarie no termina allí, pues pareciera que el sufrimiento no les bastara para calmar sus ansias de sangre como reacción desesperada contra un monstruo que los ha lastimado, cuando en realidad ellos son los monstruos que torturan, descuartizan y asesinan a sus semejantes, como si se tratara de una cosa, sin el más mínimo remordimiento de sus actos.

Los más grandes actos de barbarie, tan atroces que muchas veces son difíciles de creer, se cometen en nombre de un conflicto social y político, mientras que otros no tienen ningún reparo en anteponer el nombre de dios, atentando contra la seguridad de la sociedad y la seguridad de su país, sin embargo sus actos terroristas buscan disfrazarlos de delitos políticos como una forma de justificar sus acción ante sus compatriotas y la comunidad internacional.

Un delito político no puede tener fines particulares tan bajos y perversos, llenos de venganza y envueltos en una ola de sangre, sino por el contrario debe estar engranado por un interés colectivo con principios definidos, un objeto propio, que busque un cambio trascendental en las entidades del estado y el gobierno mismo, en cuanto aspectos sociales y políticos, lo cual indudablemente se identifica con la conducta punitiva de rebelión.

La rebelión es considerado como un delito político que pese a existir grupos armados al margen de la ley, como sucede en el terrorismo, quienes incurren en rebelión son apartados de responsabilidad alguna por las muertes o lesiones que se susciten durante el enfrentamiento, más allá de esta situación, es decir, de éstos conflictos, cuando se realizan práctica de barbarie inconcebibles al ser humano, entramos ya no a ser llamados rebeldes, sino terroristas, pues pasamos de un ideal colectivo, altruista y quizás noble a uno particular, egoísta y perverso.

Muchos han tratado de darle a esos actos que generan zozobra o terror en toda o en parte la población y que ponen en peligro la vida, la integridad física o la libertad de las personas o edificaciones o estructuras ajenas al Estado, que son llamados actos terroristas una salida como delito político para dejar en impunidad el sufrimiento y la muerte de muchos seres humanos inocentes, como son mujeres, ancianos y niños.

Me llama la atención que sea posible que en plena era moderna, existan personas con pensamientos tan primitivos y crean que “El fin justifica los medios”, como alguna vez lo menciono el reconocido escritor Maquiavelo, y pretendan que un delito de tal magnitud y atroz por naturaleza, como lo es el terrorismo sea considerado un delito político que esta a favor de la sociedad, cuando en realidad es la sociedad misma la que se ve afectada y tiene que sufrir actos de terror tan inhumanos y degradantes para cualquier ser viviente.

Es triste conocer que el delito de terrorismo no fue introducido en nuestra legislación penal por los conflictos que se suscitaban en el interior del país con grupos armados al margen de la ley, sino por enfrentamientos que persistían en otros países especialmente en el viejo continente, donde se dieron las primeras políticas de la ley antiterrorista que sirvió de trampolín para que los legisladores colombianos reflexionarán y buscaran como contener toda esa violencia que pareciera ser algo cotidiano en Colombia. Pero más allá de ello la mente oscura de corruptos, ambiciosos y deseosos de mantener su poder a costa de la guerra que se presenta en nuestro territorio buscaron que la conducta delictiva de terrorismo se subsumiera como un delito político conexo con el de rebelión, llevando a que los actos atroces de los terroristas quedaran impunes pues serian exonerados de toda responsabilidad, sin embargo tal fin no se logro gracias a que el terrorismo es un delito de responsabilidad objetiva y por su condición de atroz y bárbaro es inconstitucional considerarse conexo al delito político, ya que de ser así, una simple oposición política y social o alzamiento en armas seria considerado terrorismo.